miércoles, 12 de mayo de 2010

Ley de Causa y Efecto





Ley de Causa y Efectos


En el transcurso de su vida, el hombre siempre se ha preguntado el por qué le suceden experiencias negativas o positivas, no parece haber un patrón definido de acción que pueda responder a esta pregunta.
Muchas veces nos rebelamos ante experiencias dolorosas que se nos presentan y

sentimos que son injustas, que no merecemos, otros señalan que es castigo de

Dios, y otros simplemente se concretan a no entender ni saber lo que está

pasando; en otras palabras, seguimos siendo ignorantes de lo que pasa a nuestro

alrededor.

La Ley de Causa y Efecto también conocida como la Ley del Karma, en Oriente, es

una ley que nos explica con claridad el por qué suceden eventos positivos y

negativos en nuestra vida, que no es una situación de azar o de la suerte como

algunos pretenden hacernos creer.

La Ley de Causa y Efecto nos indica que a todo efecto existe una causa

original, muchas veces no es reconocida conscientemente por nosotros, sin

embargo, es la que origina en realidad el efecto a veces negativo y otras

positivo.

Nada entonces es gratuito, todo lo que nos sucede de bueno y de malo es causado

por nosotros mismos, ya sea en pensamiento, palabra u obra, nadie nos impone

nada, solo somos instrumentos para que la ley se cumpla en cada uno, así, nos

servimos los unos a los otros sin darnos cuenta que el cumplimiento de la ley

rige a todos los seres vivos, para que experimentemos por las dos vertientes

definidas que existen de la experiencia, uno de ellos es el camino del amor y

el otro el camino del dolor, son las dos sendas que se nos muestran desde un

principio para que en nuestro libre albedrío seleccionemos la que queramos y

experimentemos en cualquiera de ellas lo necesario para nuestra evolución.

Se dice que cuando nos pasa algo malo es un karma, y cuando es algo bueno un

dharma, de ésta manera identificamos los efectos de todo lo que sucede, es

decir, abandonamos ya la idea de la suerte para todo lo que nos sucede; buena

suerte, mala suerte. Ahora empezamos a conocer una nueva teoría fascinante que

explica con claridad el por qué suceden cosas positivas y negativas en la vida

de todo ser humano, desde luego, tendremos que comprender que la ley del karma

no solamente opera en una sola encarnación sino que está ligada a encarnaciones

anteriores, este tema será objeto de análisis en el próximo capítulo, por ahora

podemos decir que todas las causas pueden provenir de esta encarnación o de

encarnaciones pasadas, ahora veremos por qué:



La Ley del Karma

nos da la oportunidad de depurarnos para eliminar todas las acciones negativas

que hemos realizado, se nos dan muchas oportunidades para hacerlo, en cada vida

es una experiencia y una oportunidad para que esta deuda finalmente se pague.

Muchos de nosotros traemos deudas contraidas en encarnaciones pasadas y por

ello no se nos explica claramente el por qué estamos sufriendo alguna

situación, cuando en nuestra actuación aparentemente no la hemos generado, sin

embargo, hay deudas pendientes no reconocidas conscientemente que se tienen que

pagar tarde o temprano.



Para entenderlo mejor explicaremos como sucede desde el punto de vista del

manejo de energía etérica que nos rodea y conforma y que explica con sencillez

y facilidad, como es que en forma natural opera la ley de causa y efecto, ó la

ley del karma.

En el centro de nuestro encéfalo, donde se encuentra el núcleo rojo, se ubica

un recipiente energético denominado recipiente kármico, donde se van

depositando las energías negativas que generamos en todas nuestras vidas, por

pensamiento, palabra y obra, asimismo se van depositando en el recipiente

kármico las energías positivas que generamos por actos de pensamiento, palabra

y obra, que para entenderlas mejor vamos a darles una distinción; se depositan

esferitas de color negro cuando hacemos una mala acción, y esferitas de color

blanco ante una buena acción, o cuando en dolor depuramos el karma, es decir,

cada vez que emitimos malos pensamientos, críticas, insultos, o actos de

maldad, se genera energía negativa en forma de esfera color negra la cual entra

al recipiente kármico del individuo y ahí se deposita, asimismo cuando

realizamos actos positivos se genera una esfera de color blanco y entra a este

recipiente kármico eliminando a una de las esferas negras que ahí pudieran

estar depositadas, o sea, automáticamente se va haciendo un balance de las

energías buenas y malas que en forma consciente generamos en nuestra vida en

esta encarnación.

Ahora bien, si pensamos sobre lo anterior tendríamos que reconocer que el

camino para pagar el mal cometido, es hacer el bien y así compensar los errores

cometidos anteriormente diríamos que ésta es la senda del amor ya comentada

antes; amando a los demás depuramos nuestro karma, sin embargo, hay necesidad

de compensar karma también por el camino del dolor, es decir, cuando se sufre

física, mental o emocionalmente, también estamos produciendo energías

positivas, o sea, esferitas blancas que sirven para anular las negras, que se

han provocado por el mal hecho anteriormente. Esto sucede normalmente cuando

las personas no son capaces de dar amor, les cuesta mucho trabajo, no lo

sienten dentro de ellos y están tan bloqueados con su energía negativa que son

incapaces de hacerlo, entonces la ley del karma, que es universalmente sabia ha

previsto también el camino del dolor, para que estas personas puedan depurar su

karma e ir avanzando en el camino de su evolución, hasta que termine el karma

contraido y se tenga un equilibrio en el recipiente kármico que es la meta en

toda encarnación.

Resumiendo, diremos que tenemos el libre albedrío de escoger el camino que

deseemos ya sea el camino del amor o del dolor.

Cada vez que se presenta la transición, el alma con su cuerpo energético

abandona al cuerpo físico que ya es inservible y conserva su recipiente

kármico, éste lo acompaña siempre en sus sucesivas reencarnaciones es por eso

que vemos personas de comportamientos ejemplares pero que siempre están

sufriendo, con extrema pobreza o con enfermedad, esto es, porque están

depurando en dolor deudas contraidas en vidas pasadas.



Esta afirmación podría resultar severa e injusta para el neófito, pero para el

místico representa un efecto de las acciones de cada quien que solo uno mismo

puede saldar.

Asimismo se presentan casos de personas que lo tienen todo, salud, dinero, amor

y poder, debido a que han ganado dharmas en otras vidas, que están cobrando en

la presente. Cuidado con ésto, ya que si no lo aprovechamos para seguir

ayudando y mejorando en nuestro comportamiento, podemos crear nuevos karmas que

después tendrán que pagarse.



Las deudas kármicas y dhármicas de toda la humanidad están ligadas entre sí,

todos nos ayudamos en forma inconsciente a pagarlas, así vemos familias enteras

que están pagando karmas colectivos o individuales, como es el caso de un niño

enfermo por nacimiento o mutilado por accidente, en donde el pequeño está

pagando su propio karma con sufrimiento físico, y los padres también están

pagando con un profundo dolor moral su propio karma.

Para entender mejor lo anterior, haremos una lista de los diferentes tipos de

karma que existen clasificándolos a continuación:



Karma Instantáneo.-




Este es el castigo que se sufre inmediatamente por una acción negativa realizada, por ejemplo, nosotros actuamos en forma agresiva con cualquier persona o animal, lo maltratamos y lo regañamos sin razón, pero sin
darnos cuenta al salir de la habitación donde estábamos, nos damos un machucón

en el dedo, o un golpe en la cabeza que nos produce un dolor instantáneo. A

ésto se le llama karma instantáneo, es decir, pagamos nuestra necedad,

inconsciencia e injusticia, con un dolor físico de inmediato que compensa el

mal que realizamos.




Karma Personal.-




Este es el karma que sufre aquel ser que ha decidido nacer en una vivencia de sufrimiento físico o moral, ha nacido mutilado o con problemas que lo hacen un ser inútil o enfermo o qué se yo, con cualquier otra
limitación que no pueda ser considerado como normal en el ámbito de vida

terrestre, y ha tomado ese camino para poder a través del sufrimiento depurar

su karma que durante vidas pasadas ha sido muy grande, de esta manera podrá

avanzar rápidamente en su evolución.




Karma de Familia.-




Aquí podemos observar a una familia que habiéndose unido en matrimonio tienen uno o dos o varios hijos que nacen con problemas mentales o físicos, se le denomina karma familiar, ya que no obstante el niño está pagando
un karma personal, se ha ligado a su familia, a los cuales hará sufrir también,

entonces sufrirán lo que se conoce como el karma de familia depurando todos a

través del dolor, y compensando así las cargas negativas que generaron en

encarnaciones o vidas pasadas.



Karma de País.-




Hay paises en nuestro planeta que son más karmáticos que otros, por ejemplo, los paises sumamente pobres, como Biafra, La India, otros paises africanos, u otros paises como Bosnia, Israel, Irak, paises guerreros con
problemas constantes que se les presentan, otros han sufrido privaciones y

carestías tremendas de alimento y de educación, como los paises de Sudamérica y

Centro América y éstos son grupos de personas que están pagando un karma en su

propio país, el país en si mismo es un país karmático.



Aquí se nace por karmas que las personas tienen que pagar en dolor y escogen

estos paises de baja cultura y de bajos recursos, de sufrimientos y de guerras

constantes para que le sea factible en ese escenario, pasar a través del dolor,

pagar todas las deudas kármicas contraidas en el pasado.



Karma Planetario.-




Tenemos que reconocer que el nivel evolutivo en que se encuentra nuestro planeta, lo hace ser un planeta karmático, o sea un planeta kraus, que se puede clasificar como un planeta inferior que está destinado a
que las almas vengan a evolucionar pagando sus karmas a través del dolor, y

desde luego también en amor.



En la misma forma podríamos clasificar los dharmas: en instantáneos,

personales, de país, actuando de la misma manera que los karmas, solo que de

manera positiva.

El individuo hace el bien a otro y recibe una recompensa inmediata en el dharma

instantáneo, o nace en el seno de una familia de gran luz, esto es un dharma

familiar, y por último escoge también un país, en donde exista una alta

economía y posibilidades de desarrollo en armonía, educación, etc., con todos

los recursos físicos necesarios, para poder permanecer en una encarnación

bastante agradable, desgraciadamente los que estamos recibiendo dharmas de este

tipo, a veces no los apreciamos y en vez de realizar con ellos el bien para los

demás y para nosotros, nos dedicamos a utilizar nuestro poder económico y

educación, para destruir y dañar el medio ambiente o a las personas, en cuyo

caso estaremos generando nuevamente karmas que tendrán que ser liquidados en

esta encarnación o en futuras encarnaciones.



El estudio y entendimiento completo y claro de la ley de causa y efecto, es

fundamental para comprender y abrir nuestra conciencia a las leyes universales

que nos rigen y a las que estamos sujetos para que podamos explicarnos con

claridad los sucesos que acaecen en nuestra vida y que desde luego, empleemos

este conocimiento para ser mejores cada vez, pensar positivamente implica el

principio para el cambio, recordar que la ley de causa y efecto nos retribuirá

todo lo bueno que creemos en pensamiento, palabra y obra.




RESUMEN DE CONCEPTOS BASICOS
Primero.- La ley del Karma - Dharma, o la ley de causa y efecto, nos explica el por qué de los sucesos que nos suceden diariamente.
Segundo.- Debemos escoger el camino del amor, para pagar nuestras deudas

kármicas contraidas en el pasado.

Tercero.- Debemos comprender lo que sucede y que nos afecta, para transmutarlo

con amor y eliminar el dolor.

Cuarto.- Debemos evitar el dañar a los demás, en pensamiento, palabra y obra,

ya que en realidad nos dañamos a nosotros mismos, al crearnos nuevos karmas que

posteriormente, deberán ser comentados en el futuro.

Quinto.- Es muy importante que trabajemos en nosotros mismos, tratando de

despertar una consciencia superior, para lograr que el karma colectivo que se

avecina, se transmute en amor y no en dolor, como se ha vaticinado.




Ricardo de oxala



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